Tres orejas en la feria de Cenicientos

Tras sólo dos corridas la Feria del Toro, como antes gustaban en llamar, se ha saldado con sendas orejas para el colombiano Guerrita chico, el madrileño José María Lázaro y Pablo Lechuga, de la vecina localidad de San Martín de Valdeiglesias. Este último pudo haber abierto la puerta grande si no hubiera fallado con los aceros en el que cerraba la feria y que, por cierto, salió al ruedo con un pitón partido sin que fuera desechado en el desembarque ni tampoco protestado por el público. Parece que la crisis se ha instalado también en nuestras exigencias. Teniendo esto en cuenta, podemos calificar de positivo el bagaje de estas dos corridas. En la primera los toros eran pequeños pero de magnífico porte y en la segunda más grandes pero más feos. Los unos no dieron juego mientras que a los otros los toreros no supieron cortarles las orejas. A pesar de ello, tres trofeos en seis toros no deja de ser una buena cuenta de resultados, más aún si hace unos meses dudábamos de que pudieran celebrarse festejos taurinos en nuestra plaza a causa de la situación económica de nuestro ayuntamiento.