Desalentadora y muy escasa ha sido la participación en los carnavales de este año. Exceptuando la noche del sábado, que parece postularse como día grande del carnaval corucho, podríamos decir que 2012 ha sido sin género de duda el más pobre de los que se recuerdan. No sirve de excusa que el ayuntamiento haya hecho poco o nada para fomentar esta expresión cultural con siglos de antigüedad, tampoco que la pertinaz crisis económica minimice el gasto que podamos dedicar a los disfraces. Son los vecinos de Cenicientos, que año tras año habían contribuido con imaginación y ganas de divertimento, los que no han respondido a la tradición y parecen haber olvidado que es su desinteresado aporte el que mantiene viva esta atávica costumbre y que sin ellos el carnaval podría desaparecer en breve. La nota más destacable ha sido la colaboración altruista de la charanga Los Coruchitos que ha desempeñado su trabajo sin pedir nada a cambio. Buena prueba del significado que esta fiesta ha tenido siempre en nuestro pueblo es el pregón con el que comienza de una de las canciones más conocidas de nuestro folclore y que conviene recordar
De orden del señor alcalde,
se hace saber:
Que hoy domingo gordo de carnaval
habrá música y baile en la plaza,
alargándose estas fiestas
hasta el martes de Carnaval,
que no se trabaja.
El que lo haga, será multado
con veinte reales de multa.
¡¡Estamos en Carnaval!!
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